Desde los años noventa, Socios En Salud (SES) ha apostado por un modelo de atención centrado en el acompañamiento comunitario. En este camino, los Agentes Comunitarios de Salud (ACS) han sido pieza clave para acercar el sistema sanitario a quienes más lo necesitan. No solo orientan y apoyan, sino que cuidan, escuchan y tienden puentes en contextos marcados por la exclusión o la vulnerabilidad.
Los ACS son personas propias de la comunidad, formadas para realizar actividades de promoción de la salud y prevención de las enfermedades, acompañamiento en salud, y que tienen un fuerte compromiso para mejorar la situación de salud de sus comunidades. Conocen el territorio, las necesidades de las familias y los obstáculos para acceder a una atención oportuna. Gracias a su labor, miles de personas han podido continuar tratamientos, detectar enfermedades a tiempo y recuperar su bienestar.
Sin embargo, pese a su rol crucial, la ley peruana actual considera su trabajo como voluntario. Hoy, SES impulsa una reforma legal que busca reconocerlos como trabajadores del sistema de salud, con derechos, protección y formación continua. Una medida que fortalece no solo su dignidad, sino también la salud pública del país.

En 2024, Socios En Salud tuvo 94 agentes comunitarias de salud (ACS) activas, cuyo trabajo fue fundamental para brindar un acompañamiento cercano y constante a las personas que enfrentan desafíos de salud.
Foto de SES
Reconocimiento con justicia: la propuesta de cambio
La Ley N.º 30825, vigente desde 2018, reconoce la importancia de los ACS, pero los define como voluntarios sin compensación económica ni condiciones laborales. Para Socios En Salud, esto no refleja la realidad ni el valor de su trabajo. Por ello, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, participa activamente en el impulso de una modificatoria que les otorgue el lugar que merecen.
“El acompañamiento comunitario no puede seguir siendo un esfuerzo informal y desprotegido. Necesitamos que el Estado reconozca legalmente a los ACS y garantice condiciones dignas para quienes cuidan a los demás”, señala Helen Marin, jefa de la Unidad de Abogacía y Relacionamiento Comunitario de Socios En Salud. “No se trata solo de justicia laboral: se trata de salud pública, de confianza, de continuidad en la atención desde el territorio”.
El dictamen aprobado en la Comisión de Salud del Congreso en abril de 2025 recoge propuestas clave: incorporar a los ACS como trabajadores del sistema, establecer una remuneración mensual equivalente al salario mínimo, garantizar formación continua con certificación oficial, proteger su salud y asegurar dotación de implementos. También se propone que el Estado asuma responsabilidades como empleador, incluyendo cobertura en caso de afectación de salud o fallecimiento.
Para la Dra. Magaly Blas, directora de la organización Mamás del Río, el impulso colectivo es fundamental: “Las alianzas entre organizaciones son vitales porque juntas podemos impulsar cambios. Saludo la organización de la sociedad civil, gracias a SES, Mamás del Río, la UPCH, ForoSalud, Future Generations y la OPS. Juntos hemos formado una alianza que ya está generando transformaciones concretas para los ACS del país”.

La agente comunitaria Verónica Mondragón acompaña a Dina Bustilles y su hija como parte de una iniciativa del programa de Salud Materno Infantil y Adolescente de Socios En Salud.
Foto de Diego Diaz / SES
Formación, bienestar y visibilidad: el modelo de SES
Socios En Salud no ha esperado una ley para actuar. Desde hace años, implementa buenas prácticas que hoy pueden servir como modelo nacional. Un ejemplo es la Beca SES, que desde 2020 ha permitido que agentes comunitarios accedan a estudios técnicos en salud, con acompañamiento académico y apoyo psicosocial. Esta iniciativa busca que los ACS puedan continuar desarrollándose y tener mejores oportunidades laborales.
La organización también ofrece capacitaciones continuas, como el curso virtual de Habilidades de Ayuda Básica, e implementó desde 2024 una intervención psicoemocional grupal y presencial para los ACS, reconociendo el impacto emocional de su trabajo. Además, SES celebra el Día del ACS y garantiza una compensación económica, a pesar de que la ley no lo exige.
“Cada ACS que formamos, acompañamos y reconocemos es una inversión en el bienestar de su comunidad. El modelo funciona, y lo hemos demostrado. Lo que falta ahora es un marco legal que permita escalar esta experiencia a nivel nacional”, explica Marin.
Estas acciones han mostrado resultados concretos en salud y bienestar. Formalizar estos mecanismos mediante una ley permitiría escalar su impacto y asegurar sostenibilidad a largo plazo.

Cada año, en Socios En Salud celebramos el Día del Agente Comunitario de Salud con un evento central que se desarrolla la primera semana de junio.
Foto de Julio López / SES
¿Por qué apoyar la ley fortalece la salud pública?
Socios En Salud defiende que reconocer a los ACS como trabajadores del sistema de salud es una deuda histórica y una apuesta estratégica. Por años, el rol de los agentes comunitarios ha contribuido a cubrir la brecha de recurso humano que tiene la atención primaria de la salud. Su labor ha permitido mejorar la adherencia al tratamiento en personas con tuberculosis o VIH, detectar casos en etapas tempranas, reducir el estigma en salud mental y fortalecer el acceso a programas materno-infantiles o programas sociales del Estado, entre otros logros.
La experiencia muestra que cuando los ACS cuentan con condiciones dignas, su impacto crece. Por eso, SES considera que aprobar la modificatoria de la Ley N.º 30825 es una oportunidad política que no debe desaprovecharse. Hacerlo enviaría un mensaje potente:que el país reconoce el valor del trabajo comunitario, y está dispuesto a invertir en quienes sostienen la salud desde el territorio.
“Esta ley puede marcar un antes y un después. No solo para los ACS, sino para las miles de personas que confían en ellos. Reconocer su rol es asegurar el derecho a la salud en las propias comunidades”, concluye Marin.
Cuidar al cuidador también es cuidar la salud de todos.